Segunda
República
El 18 de marzo de 1861 se firmó el acuerdo de anexión de la
república dominicana al reino de España. Esta acción fue obra del general pedro
Santana en su tercer gobierno. Con la anexión concluye el periodo de la llamada
primera República y la nación dominicana perdió su soberanía, pasando a
convertirse en una provincia de España.
Ante tal acontecimiento, los liberales, defensores de la
nación, organizan el movimiento restaurador, creado por Santiago Rodríguez y al
cual se van a unir una gran cantidad de figuras que más tarde se convertirían
en héroes y próceres del pueblo dominicano. Este movimiento dio impulso a la
guerra de la restauración, con la cual se logró la salida de las tropas
españolas en 1865 y la recuperación de la soberanía nacional. La guerra
restauradora fue una guerra por la independencia.
Recuperada la soberanía nacional se inicia el periodo de la
historia dominicana conocida como la segunda república, que comprende los años
1865-1916, año este último en que se produce la primera ocupación militar
norteamericana.
Un nuevo periodo histórico conllevó varios cambios en todos
los órdenes respeto a la primera república. En el ámbito político vamos a tener
nuevos actores: la desaparición de Pedro Santana, el predominio de Báez
(sectores anexionistas y conservadores) que va a ser enfrentado por Gregorio Luperón
(sectores liberales y nacionalistas); el establecimiento de dictaduras como la
de Ulises Heureaux y de Báez en su cuarto gobierno; intervenciones constantes
del gobierno de Estados Unidos. En el aspecto económico, la industria azucarera
se convirtió en la principal actividad económica del país; también el aumento
de la deuda externa con la toma de préstamos como el Westendorp y el Harmont,
así como la hipoteca de las aduanas dominicanas. En el orden social, los
sectores en pugnas van a ser los dueños de los ingenios y representantes de
casas comerciales extranjeras contra los pequeños comerciantes o burgueses. En
fin, la segunda república tuvo sus características propias de acuerdo al
momento histórico que estaba viviendo la humanidad.
La educación no quedo atrás en este periodo y continúo su
evolución, con nuevos maestros y figuras destacadas, leyes y organización
nueva.
Los dos principales pensadores educadores en la primera
mitad de la segunda república lo fueron Pedro Francisco Bono y Ulises Francisco
Espaillat, este último llego a ser presidente de la república con el apoyo del
partido azul liderado por Luperón. Debido al proceso de inestabilidad política
que se vivió en esa etapa de nuestra historia, sus ideales no se pudieron
implementar, pues los liberales gobernaron muy poco tiempo comparado con el
tiempo que gobernaron los conservadores.
Los mayores avances en términos educativos que tuvo el país
durante el periodo de la segunda república ocurrió durante el llamado periodo
de los gobiernos azules 1879-1899.decimos esto debido a que en ese periodo se
estableció en el país el insigne educador puertorriqueño Eugenio María de
Hostos, quien debido a ser un luchador de la independencia de su país, tuvo que
emigrar hacia nuestro país, donde fue bien acogido por Luperón.
Hostos era partidario del positivismo filosófico, creada por
el francés Augusto Comte es una corriente filosófica que afirma que el único
conocimiento auténtico es el conocimiento científico, y que tal conocimiento
solamente puede surgir de la afirmación de las teorías a través del método
científico. Hostos se opuso a la escuela religiosa que era dirigida por
Francisco Javier Billini. Defendía el uso de la razón, la igualdad entre el
hombre y la mujer y por lo tanto el derecho de esta a la educación. A su
llegada al país se dio cuenta del atraso en términos educativos que tenía el
país, decidió crear la escuela Normal para formar maestros.
Hostos enfatizo sus principios en la enseñanza de las
matemáticas, propuso un currículo basado en las tres ramas del conocimiento,
que para el eran las más importantes: la naturaleza humana, la naturaleza
exterior y la naturaleza de la sociedad.En virtud de que Hostos defendía el uso de la razón, también
propuso una educación laica o libre de la religión y esto entro en
contradicción con los intereses de la iglesia católica que defendía una
educación dogmática. El obispo Fernando Arturo de Meriño enfrento a Hostos en
el plano intelectual.
Cuando Ulises Heureaux logro establecer su dictadura, Hostos
se vio obligado a tomar el exilio, pues para los fines del dictador, las ideas
de Hostos eran muy avanzadas y constituían un peligro.
También las mujeres se destacaron en el plano educativo
durante el periodo de la segunda república. Es bien reconocida la labor
desempeñada por Salome Ureña de Henríquez, quien recibió no solo influencias de
Hostos sino también ayuda para crear el Instituto de señoritas donde se formaron las primeras maestras dominicanas:
Luisa Ozema Pellerano, Mercedes Laura Aguilar, Altagracia Henríquez Perdomo,
Ana Josefa Puello, Leonor María Feltz y
Catalina Pou. Salome aparte de maestra fue una gran poeta.
El presupuesto de educación durante ese periodo en vez de
aumentar disminuyo durante la primera mitad de la segunda república lo que nos
muestra el poco interés que tenían los gobernantes en que el país avanzara; pues solo la
educación permite a los pueblos salir del subdesarrollo. Es necesario señalar
que luego fue aumentando sobretodo en el periodo de 1882-1888 gracias a la
creación de impuestos con el objetivo de favorecer el desarrollo de la
educación.
No se lograron grandes avances en lo que se refiere a los
métodos implementados pues se incluía el castigo, golpear a los estudiantes con
regla o látigo y ponerlos de rodillas al sol y sobre un guayo.
Persistían altas tasa de analfabetismo en la mayor parte de
la población.se estima que el 80% de la población era analfabeta.
En 1884 se creó la
Ley general de estudios, que se cree fue elaborada por Eugenio María de Hostos.
Pero una vez que se estableció la dictadura de Lilis, se elaboró una nueva Ley
general de estudios.
Debido a las deficiencias del sistema público, siguieron
fluyendo los colegios sobre todo en
Santo Domingo y en Santiago.Otro maestro destacado durante este periodo aparte de Hostos
y Salome, lo fue Manuel de Jesús Peña y Reynoso, quien llego a ser profesor en
varias ciudades del país y fundo el colegio La Paz.
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